jueves, 4 de enero de 2018

Día #5: Santiago de Compostela

La cercanía a la capital de Galicia, también capital espiritual, ciudad patrimonio de la humanidad, bien merecía una visita. El tren regional de Renfe que debía llevarnos desde A Coruña no ha salido, y en su lugar nos han puesto un autobús, que ha retrasado nuestra llegada a la ciudad compostelana.
Otro día lluvioso, con una lluvia fina e intermitente, y todo el día abriendo y cerrando el paraguas. Es lo que hay. A mal tiempo buena cara!

Desde la estación, nos hemos encaminado, cual peregrinos, directamente al punto central de Santiago,  la Plaza del Obradoiro. Difícil no encontrártela con andamios en alguna de sus puertas, torres, etc. Y hoy no era una excepción. De nuevo, es lo que hay!

No obstante, la belleza de esta plaza es algo que difícilmente se puede explicar con palabras. Todos los edificios que la rodean, por supuesto con la Catedral destacando por encima del resto, cada uno en su estilo, hacen del conjunto una pasada.

Hemos visitado primero el Hostal de los Reyes Católicos, actual Parador Nacional de Turismo. No solo su fachada plateresca, sino sus 4 claustros o patios interiores y su capilla real eran una maravilla.
 
 
    

Después, el Pazo de San Xerome, rectorado de la universidad, con otro pequeño claustro.

Una vez haber visitado o, al menos, disfrutado del exterior de todos los edificios de la Plaza, hemos rodeado la Catedral, pasándo de plaza en plaza.
La Plaza de Praterias primero, con la fachada sur de la Catedral, una de las más bonitas, con un pórtico muy bonito. La Torre del Reloj destaca por su altura.
 
     

A continuación, la Plaza de Quintana, con la Puerta Santa de la Catedral, con la imagen de Santiago como peregrino. La Casa de Conga, la casa de parra y la fachada del monasterio con las ventanas enrejadas, completan esta plaza tan sobria y acogedora.
 
  

Por último, la Plaza de la Inmaculada, con el segundo monasterio más grande de España tras el del Escorial, y la primera puerta de la Catedral que ven los peregrinos que llegan a Santiago.

Aquí hemos accedido al interior de la Catedral que nos deparaba una sorpresa que nos ha alegrado el día aún más. Se estaba celebrando la misa de las 12, terminando la comunión, cuando los tiraboleiros han preparado el botafumeiro y lo han empezado a mover! Impresionante! Una suerte haber podido presenciar este espectáculo en directo.
 
  

Tras el subidón de incienso, hemos abrazado al Santo y abandonado la Catedral para callejear por las  ruas de intramuros.
  
  

Todo un descubrimiento, estas estrechas callejuelas, pequeñas travesías, con casonas, pazos, placitas, iglesias, muchas tiendas de recuerdos, tascas, etc.
 
  
 
  
  

Un gran día, en definitiva, el que hemos pasado en Santiago. Ahora sí, hemos regresado a A Coruña en tren en apenas 28 minutos. Un pequeño descanso y luego, hemos salido a dar un paseo por La Marina, aprovechando que el tiempo nos ha dado un tregua.
 
 
 

Comentábamos ayer lo del efecto Inditex, que ha transformado la ciudad en los últimos años, con cantidad de locales de moda y de comida. En uno de ellos, el Barlovento, hemos degustado una hamburguesa de una espectacular carne gallega.

Seguiremos informando.

4 comentarios:

  1. Sola se queda Fonseca... No es precioso Santiago con lluvia?

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  2. Que bonito Santiago.. con lluvia, sol, con gente, sin ella..y qué suerte en la catedral con el botafumeiro.
    Besitos

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  3. A mi me tenéis acostumbrada a viajes para mi, alucinantes. Así que Galicia no me llama tanto la atención. Pero me alegra un montón saber que estáis disfrutando de la misma manera.

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  4. A ver con que curiosidad de la cabalgata de Reyes nos sorprendeis mañana. Por cierto, ya les habéis dicho que estáis en Galicia?:)

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